Me enamoré de Raimond Manco

He madrugado para ver todos los partidos del mundial, si eso no es amor yo no sé como llamarlo, no me gusta el fútbol, lo encuentro como un deporte poco interesante, pero los jugadores son el gancho perfecto. Nadie sabía quién era Raimond Manco hasta el campeonato Sudamericano Sub 17 y todo el mundo volteó a ver quien era este chico que resaltaba por sobre los demás jugadores. Y ni hablar del Mundial de los niñitos, espectáculo perfecto para lucirse como se debe, increíble Manco, lo habría recogido del aeropuerto si hubiera podido, soy la fan namber wan, averiguaré su dirección y haré camping afuera de su casa aunque viva en la punta del cerro mas alto, habría ido a Palacio el día de la premiación pero me enteré un poco tarde, aunque me he prometido conocerlo, como sea, donde sea, cuando sea, no me importa si ya es un cuarentón y yo una viejita, para el amor no hay edad, dicen. Y puedo confesar sin ningún problema que fue el terror/dolor cuando le cortaron el pelo porque con rulitos lo veo bien (ceja ceja ¡!) y lloré mas aún cuando perdieron ante los tíos horribles de Ghana y él, tan fuerte, a apoyar a sus compañeros jugadores pequeñitos, para que no se derrumben. Y supongo que gran parte de su “sex appeal” no radica tanto en el hecho de que sea deportista, eso es lo de menos, y tampoco importa eso de que sea o no venezolano, puede ser sobrino de Chávez y aún le tendré mucho amor (bueno, nunca tanto…U.U) yo creo que es la fama, el que tantas y tantos o.O’ lo deseen, lo necesiten, hace que yo también quiera, además de sus lindos 17 abriles que lo hacen ver tan inocentón que ya para que lo digo =) Me di cuenta de que me enamoré de Reimond Manco, fuera del gileo intenso con el poeta previo a la primavera que siempre llega en los momentos menos esperados, y aunque a veces lo vea medio pirañita, a este goleador no lo cambio por nada.